viernes, 17 de marzo de 2017

Solo alguien bastante desesperado socialmente y como mucho optimismo se alegra por los viernes, para mí los viernes son un día más, una día de no participación, de melancolía, angustia, de depresión inducida, de Amy Winehouse y Joy División con sus eternos lamentos, que se vuelven mis mejores aliados, en situaciones como las de hoy, tal parece llueve, eso me hace muy feliz porque, tal vez no querré salir de mi casa, de mi cuarto, dedico mi mañana completa a leer; Una temporada en el infierno, este poema de Rimbaud es el más conveniente para determinar esta semana y lo poco que queda de ella, no dejo de encontrarme en la prosa, o tal vez tengo muchas ganas al igual que Rimbaud de ser una infalible en este viaje a la nada, así es como, termino creando una figura efímera con las sabanas de mi cama, mi cuerpo sobre ellas han formado el croquis de lo que podría ser una geografía imaginaria, de un mundo imaginario, con seres imaginarios, me levanto de la cama, arreglo un poco el desorden, y decido ignorar mi estómago, tomo mucha agua, me abrigo demasiado, la única manera en que yo use medias es para momentos, regreso a mi cama armo un porro con el quedo dormida hasta el otro día.

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